sábado, 17 de septiembre de 2011

A propósito de la inocencia de Uribe en todos los crímenes y actos de corrupción cometidos durante su administración


Uno tras otro quienes trabajaron para Uribe, o tuvieron (o aun tienen) algún vínculo político o personal con él están finalmente siendo juzgados por la justicia colombiana, aunque los procesos están en diferentes etapas ya sea en la Procuraduría, Fiscalía o en el Corte Suprema de Justicia.

De la cadena de escándalos, investigaciones judiciales y condenas que hemos visto en los últimos meses, es inequívoco concluir que todos los que rodearon y aun rodean a Uribe, o bien ya eran criminales, o se volvieron criminales y/o corruptos trabajando para él. Frente a hechos y evidencias irrefutables la cínica y patética disculpa de que cuando los conoció o los nombró en sus cargos eran “buenos muchachos” o “personas respetables” que no tenían procesos judiciales en su contra es en ultimas una evidencia más de su poder corruptor y de transformar en criminales a quienes se acercan a él, pues como explicar que haya sido precisamente trabajando directamente bajo sus ordenes y supervisión que se hayan vuelto criminales. Y como explicar también el hecho de que todas las acciones criminales que esos subalternos de Uribe cometieron fueron precisamente para beneficiarlo a él directamente.

Será acaso porque se dio cuenta que esa contradicción no la podía sostener mas que, con ocasión de la condena al ex director del DAS Jorge Noguera, repentinamente cambió de estrategia y salió con la cara de cínico que lo caracteriza a pedir perdón por haberse equivocado con su nombramiento?.

Independientemente de las razones de sus piruetas y malabares, lo repudiable no es la farsa de pedir perdón sino el hecho de que prácticamente toda la opinión publica nacional le crea y lo absuelva de tajo de toda responsabilidad y conexión directa con todas las acciones criminales cometidas durante su administración por sus más cercanos amigos y subalternos. Amigos y subalternos a quienes ha defendido hasta el último momento, prácticamente hasta el minuto previo a las sentencias condenatorias. Como hombres limpios, impolutos, incorruptibles, buenos muchachos,...se refería cada vez que algún impertinente periodista se atrevía a preguntarle por sus actos; lo cual, para agravar su cinismo y su abierto desafío a la justicia y a lo poco que queda de moral en la sociedad colombiana, lo reafirmaba premiándolos con altos cargos diplomáticos o gestionándoles exilio; aun a pesar de que tenia claro conocimiento de que ya habían investigaciones disciplinarias o penales en su contra.

Como es posible que para absolver a quien fuera jefe directo de todos los criminales y corruptos procesados por la justicia, solo sea suficiente que este pida perdón por el error de haberlos nombrado? ….como si luego de nombrarlos estos hubiesen desempeñado sus altos cargos en ministerios e instituciones estatales de otro país; peor aun, como si no hubiese sido él el directo y único beneficiario de todos los actos criminales por los que sus subordinados están siendo judicializados.

Tal ves ayude a la opinión publica nacional a apartarse por un momento de la línea de pensamiento dictada por los medios de comunicación serviles del establecimiento, el que puedan ver en un solo escrito una breve reseña de algunos de los más destacados criminales y de mas alto rango de la administración Uribe, quienes hoy, o están ya condenados, o tienen procesos penales solidos en sus contra, por acciones criminales que tuvieron que tener la autorización de Uribe; o como mínimo, su pleno conocimiento como quiera que él era su jefe inmediato; y como lo han incluso denunciado ante los jueces investigadores algunos de los procesados, el directo beneficiario de esas acciones ilegales.

A continuación una breve reseña de los expedientes de algunos de los funcionarios “excepcionales” que trabajaron con Uribe:

Amigos y subalternos directos de Uribe ya condenados:

Salvador Arana – ex gobernador de Sucre, quien luego de su salida por denuncias de homicidio fue nombrado por Uribe embajador ante el gobierno de Chile. Este sujeto pasó prácticamente directamente de la embajada de Chile a una celda colombiana a cumplir una condena de 40 años por ser autor intelectual de varios asesinatos cometidos en el departamento de Sucre.

Jorge Noguera - ex director del DAS, el “buen muchacho”, a quien luego de su salida del DAS por denuncias criminales, lo nombró cónsul en Milán. Y con quien tenia tanta confianza que hasta se quedaba a dormir en su casa cuando visitaba Santa Marta en misión oficial. Este criminal ha sido recientemente condenado a 25 anos de cárcel por sus alianzas con los paramilitares que asesinaron a varios activistas sociales.

Amigos y subalternos de Uribe con procesos ya avanzados (o cerrados y con sanciones) en la procuraduría, y/o con pliegos de cargos (o con petición de condenas) en la Fiscalía o la CSJ:

María del Pilar Hurtado – ultima directora del DAS bajo la administración de Uribe y su funcionaria de confianza (o títere de él) para garantizar la continuación de las operaciones criminales del DAS iniciadas por Jorge Noguera; a quien Uribe la sacó del país inmediatamente supo que la Fiscalía le abrió proceso penal. Hoy se encuentra en Panamá gozando de un exilio que ha sido cuestionado en cuanto a su legalidad por muchas respetables organizaciones especializadas en derecho internacional.  

Andrés Felipe Arias – ex ministro de Agricultura, de quien Uribe se refería como su clon perfecto para sucederlo en la presidencia, de ahí su retiro oportuno del ministerio para lanzarse como precandidato conservador; y cuyos actos corruptos no se limitaron a la repartija de millones de millones de pesos a amigos de Uribe que financiaron sus dos campanas presidenciales y la campana del mismo Arias como precandidato, sino a la formulación e implementación de políticas agrarias que permitieron que terratenientes locales, narco paramilitares y multinacionales les arrebataran millones de hectáreas de tierras productivas a indígenas, afrocolombianos y a campesinos para convertirlas en plantaciones agroindustriales de palma africana.   

Bernardo Moreno – ex secretario privado de Uribe, quien manejó todo el programa criminal de persecución, interceptación de comunicaciones, hostigamientos y amenazas del DAS en contra de opositores políticos de Uribe, defensores de derechos humanos, periodistas independientes, sindicalistas, magistrados, jueces, académicos, y dirigentes sociales. 

Edmundo del Castillo – ex secretario jurídico de Uribe, estrechamente vinculado con los escandalosos robos al erario publico hechos a través de contratos adjudicados irregularmente a los Nule; además de su evidente participación en la conspiración montada desde la presidencia en contra de la Corte Suprema de Justicia.

Sabas Pretelt – ex ministro de gobierno y justicia, nombrado luego embajador en Italia, quien manejó el programa de sobornos a congresistas para que apoyaran la primera y segunda re elección de Uribe, programa que incluyó entrega de notarias, dirección de hospitales, seccionales del Sena, etc.; y quien además fue activo promotor del referendo para la segunda re elección

Carlos Albornoz  - ex director de la dirección nacional de estupefacientes, quien entregó la mayoría de bienes incautados a narcotraficantes para que los usufructúen congresistas (o familiares de estos) que apoyaron a Uribe en su primera elección y re elección y votaron a favor todos los proyectos de ley presentados por su gobierno.

Rodolfo José Campo Soto - ex director del Incoder, quien tiene imputación de cargos por manejo y adjudicación ilegal de contratos, además de actos corruptos en la legalización de tierras a terratenientes y miembros de organizaciones criminales; tierras que fueron arrebatadas violentamente o bajo amenazas a sus genuinos propietarios.

Amigos íntimos de Uribe que terminaron asesinados o extraditados luego de que empezaron a hablar mas de lo que se les tenia permitido:

Pedro Juan Moreno – Intimo amigo de Uribe desde las épocas de alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia, quien luego de distanciarse de Uribe empezó a contar muchas historias reveladoras, y quien según la versión oficial murió en un accidente de helicóptero a la salida de Medellín.

Alias Job – Reconocido criminal muy cercano a otro criminal, Alias Don Berna, quien frecuentaba el palacio presidencial, y quien fue misteriosamente asesinado luego de la última visita que realizó al palacio de Nariño a reunirse con Bernardo Moreno, Edmundo del Castillo, José Obdulio Gaviria y altos funcionarios del DAS (y muy seguramente, con el propio Uribe) para planear los planes de desprestigio en contra de magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

La mayoría de los jefes máximos de los paramilitares - quienes aceptaron entrar al proceso de Justicia y Paz, y fueron repentinamente extraditados luego de que empezaron a contar, o amenazaron con contar, quienes eran sus socios y jefes políticos.

La lista podría continuar hasta llenar docenas de paginas. No hemos incluido, por ejemplo, a los amigos paracongresistas, que son mas de 60, muchos de los cuales ya han sido condenados, incluyendo el primo hermano de Uribe, el ex senador Mario Uribe; todos procesados por delitos que van desde apoyo y financiación directa a grupos paramilitares hasta complicidad con crímenes y masacres cometidos por estos grupos; y por supuesto, todos fervientes seguidores/defensores de Uribe y miembros de la coalición Uribista en el congreso de entonces.

Así que desligar a Uribe de todos los actos criminales cometidos durante su administración (para no mencionar los que ocurrieron cuando fue gobernador de Antioquia) no cabe en la cabeza sino de los mismos criminales y de aquellos cuya capacidad de mínimamente razonar está totalmente controlada por la propaganda que difunden los medios de comunicación cómplices de todos esos crímenes.  

Porque si analizamos las alegaciones de que Uribe no sabia o no ordenó las prácticas criminales del DAS, por ejemplo, la única manera que podría explicar tal desconocimiento es que todos los funcionarios involucrados actuaron a mutuo propio y lo que estaban haciendo era conspirar contra él para desprestigiar su administración, propiciar su renuncia, etc.; situación que sería creíble (frente al hecho de que estos funcionarios dependían directamente de Uribe) sino fuera por la irrefutable contradicción que representa el hecho de que ha sido el propio Uribe quien más los ha defendido, llegando incluso hasta el extremo de cometer el delito adicional de ayudarlos a evadir la justicia sacándolos del país como exiliados.

Así las cosas, la única conclusión lógica e irrebatible es que Uribe, si no dio directamente las ordenes e instrucciones detalladas de cómo operar, por lo menos si estuvo totalmente enterado de todas las actuaciones criminales del DAS. Y si aceptamos esta premisa, es decir, que solo estaba enterado pero no fue él quien dio las ordenes ni diseño el plan de operaciones, esa salida tampoco la puede usar como atenuante pues es claro que no hizo nada para detener esas operaciones criminales; por el contrario, firmaba cartas de felicitaciones para los agentes del DAS más destacados, y salió a defender implacablemente a todos los funcionarios involucrados cuando el escandalo salió a la luz publica.

No queda mas que afirmar que Uribe violó la constitución, todas las leyes, normas y mandatos que debía respetar y cumplir como presidente de la Republica, cometio innumerables actos de corrupcion, abusos de poder, hizo o cohonesto alianzas con criminales que cometieron masacres y delitos de lesa humanidad; y como tal debe ser procesado y condenado penalmente. Proceso que debe pedirse lo inicie la Corte Penal Internacional ya que las investigaciones que inicio la comisión sainete del congreso no dan garantías de un proceso limpio, transparente y eficaz.

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